«Sientes que es una batalla perdida»: Nueva Zelanda hace frente a una terrible plaga de moscas de racimo
30.04.2022 14:49
Las regiones neozelandesas de Canterbury y Wairarapa han tenido un verano inusualmente húmedo y cálido, lo que se ha traducido en la proliferación desmedida de millones de moscas de racimo que ahora invaden las casas.
A diferencia de las domésticas comunes, estas moscas son más grandes, más lentas y no representan ningún riesgo para la salud humana, aunque pueden convertirse en una gran molestia cuando invaden los hogares. Miles de ejemplares simplemente mueren, cubriendo los suelos y los muebles.
«Es tan desalentador cuando pasas la aspiradora por la mañana y por la noche están de vuelta», se lamenta Lisa Urbani, dueña de una casa en Masterton. «Sientes que estás librando una batalla perdida. Una o dos veces me sentí bastante deprimida por todo esto», confiesa.
«"Son muy escurridizas": Los propietarios de viviendas de Nueva Zelanda luchan contra una plaga de moscas de racimo malolientes»«‘They’re so sneaky’: New Zealand homeowners battle plague of smelly cluster flies»https://t.co/nmImKuPQuRpic.twitter.com/UVlCdqMlws
— Sinelo (@sinelo1968) April 29, 2022
Urbani asegura que se trata de la peor plaga de moscas de racimo que ha visto en sus 20 años en la zona.
Algunas personas, no obstante, están sacando provecho económico de estas circunstancias, como ocurre con los trabajadores de control de plagas, que cada día reciben avalanchas de nuevas solicitudes.
Daniel Highman, del grupo Guaranteed Pest Control de Canterbury, ha estado trabajando día y noche durante semanas y, finalmente, se ha visto obligado a contratar a un socio para satisfacer la demanda.