Socios parlamentarios del Gobierno apoyan subida inmediata del salario mínimo

Madrid, 31 ene (.).- Varias formaciones parlamentarias que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez se han mostrado este martes a favor de que el Gobierno aumente el salario mínimo sin esperar a un acuerdo con los agentes sociales, tras la ausencia de la CEOE a una cita con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El incremento del salario mínimo interprofesional (SMI), que el Gobierno puede hacer por decreto sin necesidad de convalidación parlamentaria, contaría en cualquier caso con el apoyo de Unidas Podemos, cuyo diputado Gerardo Pisarello ha subrayado que aunque la patronal se oponga a la subida, existe una mayoría parlamentaria que no solo la justifica, sino que además la impulsa.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha señalado que su grupo no ve mal subir para 2023 el SMI y no se opone, aunque le sorprende que Díaz haya momentos en que vea «imprescindible» contar con el apoyo de la patronal, como ocurrió con la reforma laboral, y otras veces ya no le importe tanto.

Ferran Bel, del PDeCAT, lamenta que la patronal se ausente, porque sería deseable un acuerdo, pero entiende que en este caso «el Gobierno tendrá que tomar decisiones».

No obstante, Bel cree que «una subida más modesta de lo que plantean los sindicatos sería razonable».

Joan Baldoví, de Compromís, también ha instado al Gobierno a aumentar el SMI sin contar con la patronal, porque «se ha visto que la subida del salario mínimo no supone un freno a las empresas».

No es de la misma opinión Guillermo Díaz, diputado de Ciudadanos, quien en su rueda de prensa ha considerado que el Gobierno tiene que «escuchar a las partes» y «dejarse de sectarismos».

En contra del SMI como tal, al margen de un posible aumento para 2023, se ha manifestado el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quien cree que para que la retribución a los trabajadores aumente sería más conveniente reducir las cotizaciones sociales al empresario.

Además, ha opinado que «los que se pasan el día hablando del salario mínimo probablemente no están contribuyendo a un clima de generación de empleo».

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