Ucrania denuncia ataque mortífero con misiles mientras la guerra ensombrece la reunión del G20
15.07.2022 09:48
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Un edificio dañado y un coche en el lugar de un ataque militar ruso, mientras continúa el ataque de Rusia a Ucrania, en Vinnytsia, Ucrania el 14 de julio de 2022. REUTERS/Valentyn Ogirenko
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Por Sergiy Karazy
VINNYTSIA, Ucrania, 15 jul (Reuters) – Altos cargos occidentales acusaron directamente a sus homólogos rusos de crímenes de guerra el viernes, después de que misiles rusos atacaran una ciudad ucraniana muy alejada de la línea del frente en un ataque que, según las autoridades de Kiev, causó la muerte de al menos 23 personas.
Ucrania dijo que el ataque del jueves sobre Vinnytsia, una ciudad de 370.000 habitantes a unos 200 kilómetros al suroeste de la capital, Kiev, se había llevado a cabo con misiles de crucero Kalibr lanzados desde un submarino ruso en el mar Negro.
El presidente Volodímir Zelenski calificó a Rusia de Estado «terrorista», instó a imponer más sanciones al Kremlin y dijo que el número de muertos en Vinnytsia podría aumentar.
«Desgraciadamente, esta no es la cifra definitiva. La retirada de escombros continúa. Hay docenas de personas desaparecidas. Hay heridos graves entre los hospitalizados», dijo en un discurso por vídeo.
Zelenski declaró en una conferencia internacional dedicada a perseguir los crímenes de guerra en Ucrania que el ataque se había producido en «una ciudad ordinaria y pacífica».
«Ningún otro Estado del mundo representa una amenaza terrorista como la de Rusia», dijo Zelenski.
Rusia reiteró que no ataca a los civiles en lo que llama su «operación militar especial» en Ucrania, y dijo que su ataque golpeó una instalación de entrenamiento militar. Reuters no pudo verificar de forma independiente los relatos del campo de batalla.
Vinnytsia alberga el cuartel general de la Fuerza Aérea de Ucrania, según un sitio web militar oficial ucraniano, un objetivo que Rusia trató de alcanzar utilizando misiles de crucero en marzo, dijo entonces la fuerza aérea ucraniana.
El servicio estatal de emergencias de Ucrania dijo que tres niños, entre ellos una niña de 4 años llamada Lisa, murieron en el ataque del jueves. Otras 71 personas fueron hospitalizadas y otras 29 estaban desaparecidas.
El ataque ensombreció el inicio de una reunión de ministros de Economía del G20 en Indonesia el viernes, donde los máximos representantes de Estados Unidos y Canadá acusaron a los dirigentes rusos presentes de ser culpables de las atrocidades.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, condenó la «guerra brutal e injusta» de Rusia y dijo que los responsables de finanzas rusos compartían la responsabilidad.
«Al iniciar esta guerra, Rusia es la única responsable de los efectos negativos en la economía mundial, en particular del aumento de los precios de las materias primas», dijo.
Los representantes rusos que participaron en la reunión «se sumaron a las horribles consecuencias de esta guerra con su continuo apoyo al régimen de Putin», añadió.
«Ustedes comparten la responsabilidad por las vidas inocentes perdidas y por el continuo costo humano y económico que la guerra está causando en todo el mundo», dijo, dirigiéndose a los funcionarios rusos.
La ministra de Finanzas canadiense, Chrystia Freeland, dijo a los representantes rusos en la reunión que los consideraba personalmente responsables de «crímenes de guerra», según dijo un alto cargo occidental a Reuters.
Mientras Rusia presionaba su ofensiva en la región oriental ucraniana del Dombás, Estados Unidos y más de 40 países acordaron el jueves coordinar las investigaciones sobre presuntos crímenes de guerra.
CIUDAD FANTASMA
La guerra en Ucrania ha disparado los precios de los cereales, los aceites de cocina, el combustible y los fertilizantes, avivando una crisis alimentaria mundial. Los negociadores esperan que se firme un acuerdo la próxima semana.
Estados Unidos tomó medidas el jueves para facilitar las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes, asegurando a los bancos, compañías de seguros y de envíos que dichas transacciones no infringirían las sanciones impuestas por Washington a Moscú.
Permitir esas exportaciones rusas es una parte clave de los intentos de las Naciones Unidas y Turquía de negociar un paquete de medidas con Moscú que desbloquee el puerto de Odesa en el mar Negro para permitir los envíos de grano ucraniano.
El Kremlin ha dicho que Rusia está dispuesta a detener lo que Occidente llama la guerra de agresión no provocada de Moscú si Kiev acepta sus condiciones, entre ellas reconocer formalmente el control de Rusia sobre Crimea, anexionada por Moscú en 2014, y la independencia de dos regiones autoproclamadas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania.
Ucrania ha dicho en repetidas ocasiones que no está dispuesta a ceder ningún territorio y que recuperará cualquier terreno perdido por la fuerza.
La ciudad de Popasna, en el este de Ucrania, que cayó en manos de las fuerzas rusas hace dos meses, es ahora una ciudad fantasma con pocos signos de vida.
Un reportero de Reuters que visitó la ciudad el jueves la encontró casi desierta, con casi todos los edificios de apartamentos destruidos o muy dañados.
(Información de las oficinas de Reuters; redacción de Cynthia Osterman y Stephen Coates; edición de Aurora Ellis y Simon Cameron-Moore, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdańsk)