Ucrania se dispone a abandonar Severodonetsk cuando los rusos la cercan
25.06.2022 01:30
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FOTO DE ARCHIVO: Un tanque de las Fuerzas Armadas de Ucrania se ve en el área industrial de la ciudad de Severodonetsk, mientras continúa el ataque de Rusia contra Ucrania, Ucrania, 20 de junio de 2022. REUTERS/Oleksandr Ratushniak
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Por Max Hunder y Tom Balmforth
KIEV, 24 de junio (Reuters) – Ucrania se dispone a retirar sus soldados de las ruinas de la ciudad de Severodonetsk tras semanas de combates callejeros y bombardeos, dijo el gobernador regional, en lo que supondría un importante avance de Rusia en su ofensiva en el este.
Las tropas rusas también ocuparon una ciudad a unos 10 kilómetros más al sur, dijeron ambas partes el viernes, mientras Moscú se acercaba a las últimas zonas de territorio ucraniano en la región industrial de Lugansk.
Moscú dijo que había rodeado a unos 2.000 soldados ucranianos y lo que calificó como militares extranjeros en la zona. Reuters no pudo verificar de forma independiente ninguna de las informaciones sobre el campo de batalla.
Los informes llegan cuatro meses después de que el presidente ruso Vladimir Putin envió a decenas de miles de efectivos a la frontera, desencadenando un conflicto en que han muerto miles de personas, ha desarraigado a millones y ha reducido ciudades enteras a escombros.
Si se lleva a cabo, la retirada de Severodonetsk supondría el mayor revés para Ucrania desde la pérdida del puerto meridional de Mariúpol en mayo.
Los últimos avances rusos parecen acercar al Kremlin al control total de Lugansk, uno de los objetivos de guerra declarados por Moscú, y preparan el terreno para que la ciudad gemela de Severodonetsk, Lisichansk, se convierta en el siguiente foco principal de los combates.
El gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai, dijo que las tropas de Severodonetsk ya habían recibido la orden de trasladarse a nuevas posiciones.
«Permanecer en posiciones destrozadas durante muchos meses sólo por permanecer allí no tiene sentido», dijo Gaidai en la televisión ucraniana.
LA BANDERA ROJA ONDEA
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, pero abandonó un primer avance sobre la capital, Kiev, ante la feroz resistencia reforzada por las armas occidentales.
Desde entonces, Moscú y sus aliados en Ucrania se han centrado en el sur y en el Dombás, un territorio oriental formado por Lugansk y su vecina Donetsk, desplegando una artillería abrumadora en algunos de los combates terrestres más intensos en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Las fuerzas ucranianas habían resistido durante semanas en Severodonetsk, intentando desgastar a las tropas rusas y ganar tiempo para la llegada de suministros de armamento pesado.
«Nuestras fuerzas tuvieron que replegarse y llevar a cabo una retirada táctica porque allí no quedaba esencialmente nada que defender. No quedaba ninguna ciudad allí y, en segundo lugar, no podíamos permitir que las rodearan», dijo Oleksander Musiyenko, un analista militar de Kiev.
Ucrania volvió a presionar el viernes para obtener más armas, y su principal general, Valeriy Zaluzhniy, dijo a su par estadounidense en una conversación telefónica que Kiev necesitaba «paridad de fuego» con Moscú para estabilizar la situación en Lugansk.
El Ministerio de Defensa ucraniano dijo que los rusos estaban tratando de rodear Lisichansk y montando asaltos en Severodonetsk para ganar el control total. Pero el portavoz Oleksandr Motuzyanyk no quiso hacer comentarios sobre las declaraciones de Gaidai acerca de una retirada.
Más al sur, las tropas rusas entraron en la ciudad de Hirske y ocuparon completamente el distrito circundante el viernes, dijo el jefe municipal Oleksiy Babchenko.
«Hay una bandera roja ondeando sobre la administración municipal (en Hirske)», dijo a Reuters por teléfono un portavoz del gobierno regional.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que había tomado Hirske y la cercana ciudad de Zolote tras lo que describió como una «derrota» de los soldados ucranianos. Antes, había dicho que había rodeado a 2.000 soldados ucranianos, incluidos 80 combatientes extranjeros, en Hirske.
Vitaly Kiselev, funcionario del Ministerio del Interior de la separatista República Popular de Lugansk -reconocida sólo por Rusia- dijo a la agencia de noticias rusa TASS que había unos 4.500 militares ucranianos en la zona tomada por las fuerzas rusas y separatistas en Hirske, pero no dijo qué les había ocurrido.
Kiselev dijo que se necesitaría otra semana y media para asegurar el control total de Lisichansk y que un número desconocido de personas seguía refugiado y no quería abandonar la planta química de Azot en Severodonetsk.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo que sus tropas tuvieron cierto éxito en el sur de la región de Jersón, obligando a los rusos a retroceder desde posiciones defensivas cerca de la aldea de Olhine, el último de varios contraataques ucraniano.
ARMAS Y DEFENSA
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania restó importancia a la posible pérdida de más territorio en el Dombás.
«Putin quería ocupar el Dombás antes del 9 de mayo. Estamos (allí) el 24 de junio y seguimos luchando. Retirarse de algunas batallas no significa perder la guerra en absoluto», dijo Dmitro Kuleba en una entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera.
Rusia afirma que envió soldados a Ucrania para degradar las capacidades militares de su vecino del sur y erradicar a personas que calificó de peligrosos nacionalistas.
Ucrania, que dice que Rusia ha lanzado un acaparamiento de tierras al estilo imperial, obtuvo esta semana un nuevo apoyo de Occidente.
Los líderes europeos aprobaron la candidatura formal de Ucrania para ingresar en la Unión Europea, una decisión que, según Rusia, tendrá consecuencias negativas y equivale a que la UE «esclavice» a los países vecinos.
El organismo de control nuclear de la ONU dijo que está cada vez más preocupado por el bienestar del personal ucraniano de la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, la más grande de Europa.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica lleva meses afirmando que Zaporiyia, donde el personal ucraniano gestiona la central bajo las órdenes de los militares rusos, supone un riesgo para la seguridad y que quiere enviar una misión.
(Reporte de las redacciones de Reuters; Editado en español por Javier López de Lérida)