Votar por Macron es un trago amargo para algunos musulmanes franceses
20.04.2022 18:01
Por Juliette Jabkhiro y Manuel Ausloos
PARÍS, 20 abr (Reuters) – Lisa Troadec dice que ha sufrido abusos verbales, miradas desaprobatorias y maltratados en la calle desde que se convirtió al Islam y empezó a llevar el hiyab hace casi una década. Le preocupa que la alienación que siente se profundice si la líder de extrema derecha Marine Le Pen gana la elección presidencial del domingo.
La insistencia de Le Pen en prohibir que las mujeres musulmanas lleven el pañuelo islámico en los espacios públicos sería, según Troadec, un acto de discriminación contra la gran mayoría de musulmanes que, como ella, se adhieren a los estrictos valores laicos de Francia.
«Tengo verdadero miedo de que gane Le Pen», dijo Troadec, quien dirige una guardería en París. «Si ocurre, no estoy segura de cómo sería la vida al día siguiente».
Troadec votará por Macron con la esperanza de evitar que Le Pen llegue al poder, pero a regañadientes. Las acciones previas del presidente respecto al Islam la han dejado profundamente desilusionada y convencida de que las actitudes antimusulmanas están creciendo en Francia.
Los datos corroboran su opinión. Las cifras del Ministerio del Interior muestran un fuerte aumento de los actos discriminatorios contra musulmanes y de otro tipo en 2021, a pesar de que hubo un descenso en esos hechos respecto a otros credos.
Ella describe la decisión de votar por Le Pen o Macron como «una elección entre la islamofobia y la islamofobia».
Macron dice que seguirá luchando contra lo que llama «separatismo islamista» y defenderá el laicismo francés, que según él permite a cada ciudadano practicar libremente su fe. Dice que está en contra de prohibir los símbolos religiosos en el espacio público.
Le Pen quiere prohibir el uso del hiyab en los espacios públicos, pero no otros símbolos religiosos como la kipá judía. Promete luchar contra las «ideologías islamistas» que califica de «totalitarias».
En los últimos cinco años, el gobierno de Macron ha aprobado una serie de leyes y medidas que, según dice, son para hacer frente al extremismo religioso y preservar los valores laicos nacionales. Pero ha dejado a muchos musulmanes como Troadec con la sensación de que la islamofobia va en aumento.
Sherazade Rouibah, de 23 años y amiga de Troadec, dijo que la apertura de Macron hacia los votantes musulmanes entre la primera y segunda ronda de la elección le pareció hipócrita.
La semana pasada, Macron felicitó a una joven musulmana en Estrasburgo que llevaba el hiyab por llamarse a sí misma feminista.
«Es como, oh, durante cinco años estás en contra de nosotros (…) ¿y ahora te interesan nuestros votos? Y lo peor es que le vamos a votar porque Le Pen es peor que él», dijo Rouibah con una risa amargada.
FALTA DE CONFIANZA
Las encuestas muestran que es poco probable que Le Pen gane el domingo, pero no imposible. En 2017, cuando ambos candidatos se enfrentaron, Macron ganó a Le Pen con el 66,1% de los votos.
Los musulmanes no votarán en bloque por Macron. La percepción de que Macron ha adoptado políticas de derecha en materia de política identitaria y economía, que es un «presidente de los ricos» y que está alejado del pueblo llevará a algunos a votar a Le Pen, y a muchos más a abstenerse.
«Hay gente que la votará y que lo dice», comentó Troadec.
En una mezquita de Villeurbanne, un suburbio étnicamente diverso de la ciudad suroriental de Lyon, Hedi Baiben, de 42 años, dijo que a muchos de sus compañeros de culto les costaría votar por Macron, aunque en su opinión la opción más sensata es votar contra la ultraderecha.
«En estos días es difícil que los asistentes a la mezquita voten a personas en las que no confían», dijo Baiben, miembro de la comunidad musulmana local desde hace mucho tiempo, mientras supervisaba la cocina y la entrega de comidas a estudiantes de familias de bajos ingresos durante el mes sagrado del Ramadán.
El rector de la mezquita de Villeurbanne, Azzedine Gaci, dijo que él y otros líderes musulmanes locales estaban instando a su congregación a apoyar a Macron en la segunda vuelta en nombre de la protección de las libertades religiosas de Francia.
Describió el manifiesto de Le Pen como «un proyecto que llama al odio a los musulmanes, al cierre de las mezquitas y que habla de los musulmanes noche y día».
Un voto por Macron no es un voto de apoyo, dijo, sino uno para evitar que la ultraderecha llegue al poder.
No fue posible contactar inmediatamente a la campaña de Le Pen para solicitar comentarios.
(Reporte de Juliette Jabkhiro y Manuel Ausloos; Editado en Español por Ricardo Figueroa)