La huelga de refinerías deja desiertas gasolineras de las afueras de París

Antonio Torres del Cerro

(Francia), 11 oct (.).- La huelga del personal de refinerías en Francia ha provocado una «difícil» situación de abastecimiento de carburante y ha forzado el cierre de varias gasolineras de las afueras de París, como constató Efe.

Dos estaciones de la empresa TotalEnergies en Bagnolet y Montreuil, dos localidades colindantes con el este de París, estaban este martes por la tarde cerradas a cal y canto.

Las dos formaban parte del 44 % de las gasolineras de la región de París -la más poblada de Francia- desabastecidas, superadas por poco por las de la región de Altos de Francia (44,8%), según los datos más recientes del Gobierno galo.

Únicamente los servicios de limpieza de los vehículos y los aparatos de hinchar neumáticos estaban a disposición del público.

El cierre de ambas gasolineras responde a lo que la primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, tildó de situación «insoportable» en ciertos lugares del país, en los que los paros en la refinerías para pedir una mejora salarial ha desembocado en el desabastecimiento.

Los trabajadores en huelga reprochan a TotalEnergies y a ExxonMobil (NYSE:) no compartir los tremendos beneficios que ambas empresas han registrado debido al alza de precios del combustible por la guerra en Ucrania.

El sindicato francés CGT reclama en concreto al grupo francés (TotalEnergies), que obtuvo 10.600 millones de dólares de beneficios en el primer semestre, un incremento salarial del 10 %. Un 7 % para compensar el efecto de la inflación y un 3 % adicional para la redistribución de los beneficios.

Ante el dramático aumento del desabastecimiento, el Gobierno francés ha tomado cartas en el asunto y acaba de anunciar que forzará la apertura de las dos refinerías de ExxonMobil y otras tres de TotalEnergies.

«NO SABEMOS LO QUE PUEDE TARDAR LA SIGUIENTE CARGA»

En la gasolinera de la rue de París de Montreuil, una de las ciudades satélites de París más pobladas, el combustible se acabó en «una horas» esta mañana, contó a Efe el empleado del establecimiento, un hombre de unos 50 años quien no se quiso identificar.

«No sabremos cuándo será la próxima carga, lo que sabemos es que en cuanto llegan los camiones a abastecer se forman inmediatamente largas filas», agregó. El hombre reconoció que hay «malestar» entre los clientes porque muchos necesitan el combustible para poder desplazarse en coche y trabajar.

Un joven de unos 20 años está en un taller colindante a la gasolinera para reparar un pinchazo en su motocicleta. «Yo tengo cinco bidones guardados en la terraza de mi casa», presumió el veinteañero, una práctica restringida ante la escasez.

Unos kilómetros más al norte, el mismo panorama que en Montreuil. Una de las estaciones de servicio de la ciudad de Bagnolet está acordonada y con esporádicos clientes. Uno de ellos, un hombre de unos 35 años que tampoco deseó identificarse, mostró su indignación.

«Esto no es normal, encima es una empresa francesa la que hace huelga», en alusión a TotalEnergies.

Aunque en la desoladora gasolinera de Bagnolet los precios no son ni siquiera visibles por estar cerrada, los afortunados que logren abastecer sus vehículos pagarán además más caro.

La escasez de carburantes por los paros que comenzaron hace un par de semanas ha propiciado una subida de precios en las gasolineras.

Según los datos del Gobierno, el precio medio del litro de gasóleo ha aumentado 23 céntimos desde finales de septiembre, hasta 1,93 euros, y el de gasolina 16 céntimos, hasta 1,68 euros.

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