Un Boeing 737 de la aerolínea irlandesa Ryanair con turistas británicos a bordo estuvo a punto de chocar en el aire con una avioneta privada mientras operaba un vuelo de Palma de Mallorca (España) a Mánchester (Reino Unido) el pasado 28 de mayo. El piloto tuvo que desviarse drásticamente de su ruta tras detectar la aeronave en su trayectoria, según datos de AeroInside.
Poco después de despegar del aeropuerto de la isla española, el avión se acercó verticalmente a unos 30 metros del jet, cuando la separación vertical mínima entre las aeronaves debe ser de 305 metros cuando están en el mismo espacio aéreo, según mostró el seguimiento por radar.